Parte V

Parecido al ser humano que en algún momento se auto iluminó , se santificó convirtiéndose en un ser de luz, los cristales y los minerales son maestros en el reino mineral donando su luz propia.
Es curioso destacar o comparar algunos nombre como Cristo-Krishna-Cristal, todos grandes maestros de la iluminación.
La energía Crística es la misma energía del cristal, es la propia luz del espíritu, materializada en un ser humano o mineral.
Los cristales agradan a las personas con su resplandeciente luz.
Estas gemas encontradas en la naturaleza cristalizan la propia luz del Espíritu.
El contacto con estos cuerpos luminosos despiertan en nosotros las mismas caracteríaticas.
En el plano físico los opuestos de atraen y los iguales se repelen, pero en el plano espiritual estas circunstancias se invierten y la luz atrae a la luz.
El actor como el cristal brilla a través de su propia vida, pero el personaje es opaco, busca el brillo en aquello que reluce su imagen, en aquello que tiene delante.
La felicidad como la luz es cuestión del ángulo según se mire la vida, si la vemos con los ojos del Ego nos ofrecerá destino, karma… y si la vemos desde los ojos del Espíritu nos ofrecerá libertad.
Los cristales se liberan de su denso destino de su karma y se convierten en moradores de luz.
Los cristales fuerza, amor y sabiduría

Como anteriormente comenté los cristales son seres de luz y esta luz cristalizada puede manifestarse de tres formas diferentes:
- Fuerza Es la energía vital, material y sexual fundamental para alcanzar nuestros objetivos, ideas, deseos sobre la tierra.
- Amor Manifestación sobre el Espíritu en el alma sentimental y emocional, fundamental para experimentar la felicidad en nuestro corazón.
- Sabiduría Manifestación intelectual del Espíritu en la mente, es la energía del pensamiento, el conocimiento y los principios.
Esto quiere decir que en el plano físico los cristales ayudan a fortalecer la vitalidad, la fuerza física, sexualidad, bienestar corporal y material de modo que nos permita crear sobre la tierra.
En el plano emocional los cristales ayudan a abrir el corazón a los demás, a la vida, a dar y recibir, amar, sentir la felicidad de estar vivo, y puede haber una unión con nuestra propia alma.
En el plano mental los cristales ayudan a abrir la mente, el entendimiento de las leyes universales y nuestro verdadero papel aquí en la vida.
A tener claridad, objetividad para atraer la prosperidad para ver la individualidad unida a la espiritualidad. Los cristales ayudan a conectar con la mayor fuente de energía que es la propia luz el Espíritu.
Nosotros los humanos hemos venido aquí a aprender, a trabajar con nosotros en nuestras propias vidas. Para aprender a trabajar con nuestros deseos, pensamientos y actitudes.
No tenemos capacidad para juzgar a nadie, no debemos estancarnos en los prejuicios de «nuestro saber».
Por eso cada persona que busca una piedra para encontrar el amor, trabajo, dinero está colocando magia en su vida, creyendo que la luz de aquel cristal iluminará y abrirá sus caminos, y es verdad, los cristales ayudan a atraer lo que queremos, los resultados son visibles cuando creemos en ellos, pero serán resultados pasajeros cuando no creamos en nosotros mismos.
No tenemos que usarlos ni utilizarlos desde nuestro Ego, la cuestión es como trabajamos con ellos.

