
PARTE II
EL TAROT COMO UNA HISTORIA
Cada carta del tarot es como una viñeta en que cada carta es un cuadro, con unos personajes desempeñando una acción, circunstancias, etc.
El tarot cuenta que situaciones rigen en nuestra vida en el momento presente y de que modo debemos intervenir.
Son etapas, desafíos, vivencias que debemos pasar.
El conjunto de esas cartas cuentan todos nuestros pasos en la vida, nuestra historia personal, los detalles, pasos que podemos dar o hacer, experiencias, todo para aprender a jugar en este fascinante juego que es la vida.
Así el tarot cuenta la historia en general e individual de los seres humanos.
Como he dicho anteriormente nuestra vida es una historia que debemos interpretar diariamente con nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, nuestras inquietudes, pensamientos para poder enfrentarnos a las diversas situaciones y retos que nos encontramos consciente e inconscientemente.
En esta historia el personaje principal es nuestro Ego, la consciencia individual, la personalidad, la máscara que usamos para identificar a nuestro personaje.
El tarot nos enseña que todos somos actores interpretando a nuestros personajes.
El trabajo del actor es el de interpretar papeles diversos para ganarse la vida y nosotros necesitamos de nuestra personalidad para expresar y apreciar la verdadera obra del auto-creador.
A través de educar nuestro consciente llegamos a la experiencia de la conciencia espiritual.
El actor sabe que podrá interpretar un sinfín de personajes que saldrá del escenario y volverá a ser el mismo. Eso ya no sucede en nuestras vidas, nos olvidamos que somos actores y nos apegamos tanto a nuestro personaje como si fuéramos nosotros mismos o nuestro propio ser, nuestra esencia.
Nuestra máscara se nos quedó pegada en nuestro rostro que ya no vemos el rostro del actor que está detrás de ella, para el actor, interprete a quien interprete lo fundamental es la calidad de la interpretación que le da a su personaje, da igual si es bueno o malo, hay «malos» que han conquistado el corazón del público, pero cuando el personaje asume el control de la interpretación nos quedamos prisioneros de sus ansias, miedos, deseos…que forman parte del libre albedrío de su historia personal.
Así dejamos de ser actores interpretando la vida, para ser personajes corriendo detrás de ella.
Para el personaje la felicidad está en la realización de su vida personal, en un final feliz, solo que este final feliz no existe.
Solo existe el final feliz para el personaje, la duración de su tiempo de vida en la historia, en la película o en la obra.
Para el actor cada final de la historia será siempre la perspectiva del inicio de otra.
La verdadera felicidad está en la calidad de la interpretación que damos a nuestra vida y no en los resultados favorables por desgracia pasajeros.
Esta es la mayor función del tarot, mostrar que la vida es como una obra de teatro y que debemos aprender a jugar, importando poco si ganamos o perdemos, somos actores interpretando un personaje. Tu personaje.
Continuará…

Una historia….de vida